» Sólo un hombre que ha sentido la máxima desesperación es capaz de sentir la máxima felicidad. Es necesario haber deseado morir para saber lo bueno que es vivir.»
– El Conde de Montecristo
» Sólo un hombre que ha sentido la máxima desesperación es capaz de sentir la máxima felicidad. Es necesario haber deseado morir para saber lo bueno que es vivir.»
– El Conde de Montecristo
Le gustaba comparar sus pecas con las estrellas y repetir, con su dedo o con su boca, las constelaciones en su piel como si fuera el cielo nocturno.
¡BANDERA BLANCA!
Las palabras se han rendido.
Han ganado los besos.
– La verdad es que nadie puede herirnos salvo la gente que queremos. –
«Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.»
Somos seres temporarios prometiendo eternidades.
Habitualmente, prefiero mi propia compañía.
Solo había un hilo entre su boca y la mía. Un hilo que deseaba dejar de existir, deseaba hacerse nulo.
Y es que las ganas a veces son más fuertes que el miedo. Las ganas a veces son más fuertes que el orgullo, que el enfado, que el rencor, más fuertes que los que dirán o pensarán, más fuertes que nada y más fuertes que todo.
Las ganas son ganas. Siempre ganas y nunca pierdes. ¿Qué hay mejor que una dosis de buenos besos con ganas?
Y desnudó su personalidad.
Un tipazo.
Autora: Clara B. Gómez
Lo importante es que cuando lo tengas lo quieras aún más que cuando luchabas por tenerlo.